Como la cola del becerro: a medida que crece, queda más abajo
Hay un dicho ranchero para expresar que algo, o alguien, en lugar de mejorar con el tiempo, empeora. Y el refrán parece “como mandado a hacer” para lo que vive nuestro estado según el reciente Índice de Desarrollo Democrático que elaboran la consultora Polilat en colaboración con la Fundación Konrad Adenauer, la Confederación USEM-UNIAPAC y otros organismos.
En el último año, Aguascalientes retrocedió de manera importante en los diversos apartados que integran el estudio. Y conste que no todo es achacable a la autoridad. Ahora que se ha vuelto deporte nacional atacar todo lo que suene a democracia, parece que aquí nos unimos a la ola. O sea que, “como la cola del becerro…”
***
No es solo la mejor Feria, también la más ruidosa y menos controlada
No se sabe si quienes en la entidad se encargan de proteger el ambiente y los que a nivel municipal atienden esos temas, se han asomado a las diversas áreas de la Feria, porque de haberlo hecho tendrían material más que suficiente para actuar. La contaminación auditiva está a todo, y no solo en cuanto al volumen sino a la estridencia y al tiempo que dura. El ruido también es contaminación.
Comerciantes y los pocos vecinos que trabajan o habitan en el primer tramo de la calle Carranza llevan una semana sin tener desde mediada la mañana y hasta altas horas de la noche un rato de tranquilidad ante las bocinas del foro montado a media calle, mismas que serían adecuadas para una gran explanada abierta, pero no para una calle cerrada a los lados por construcciones.
Y no se diga de quienes viven en las áreas cercanas al perímetro ferial y que, aunque en ratos disfruten del ambiente, deben trabajar a día siguiente, pero la estridencia que dura casi hasta el amanecer les impide el descanso.
Está visto que la mejor feria de México y del continente merecería también el premio a la más ruidosa y menos controlada...