MÉXICO COMO VAMOS

Aguascalientes, lugar 8 en productividad

  • El promedio nacional es de 133 pesos por hora por trabajador
  • Aquí es de 153
  • El estado supera a sus vecinos
2017-03-03

Aguascalientes

Aguascalientes, Ags.- Para saber qué tan productivo es el estado de Aguascalientes, una de las formas es conocer el valor de lo que produce una persona por hora.

Bajo esa fórmula, el estado de Aguascalientes es el octavo estado más productivo en México, ya que por hora, cada trabajador genera 153 pesos.  De entre los estados de la Región, sólo lo supera Querétaro, con 189 pesos.

El indicador de Productividad elaborado por la asociación México como Vamos sitúa a Campeche como la entidad con la productividad más alta en el país. Le sigue la Ciudad de México.

La productividad promedio en México es de 133 pesos por hora, lo que implica que 20 estados del país, están por debajo de ese nivel.

México como Vamos considera que elevar la productividad es algo prioritario pues trae consigo utilizar de forma más eficiente los recursos disponibles, lo que a su vez origina un sostenido crecimiento económico.

Cómo mejorar la productividad

Entre los pasos que México como Vamos sugiere dar a efectos de elevar la productividad, está el reducir los costos de la electricidad en los procesos productivos. Este insumo es necesario para la industria, por lo que bajar su costo abarataría la producción.

Otra medida que recomienda es la de mejorar la infraestructura, pues con ello se mejora el acceso a los insumos y a los consumidores y se reducen los costos de logística.

También está el mejorar las habilidades de la fuerza laboral a través de una capacitación adecuada que permita a los trabajadores ser más eficientes.

Un factor más es la certidumbre jurídica y la seguridad, pues la falta o debilidad en cualquiera de estos dos renglones incrementa los costos a las empresas.

Destaca asimismo facilitar a las empresas el acceso a los créditos, sobre todo para que inviertan en equipo y tecnología y con ello mejoren sus procesos.

Uno más, aunque no el último, es reducir la complejidad regulatoria que imponen los gobiernos, tanto el municipal como el estatal y el federal.