EN EL PRIMER SEMETRE

437 menores de edad, atendidos por adicciones en Aguascalientes

  • De otras edades fueron 723 personas  
2017-07-26

Aguascalientes

Aguascalientes, Ags.- En los primeros seis meses de este año, fueron atendidas en el estado de Aguascalientes 437 menores de edad, concretamente personas de 12 a 17 años de edad, por problemas de adicciones, informó el Instituto de Servicios de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA)

A través del Centro de Atención Primaria en Adicciones (CAPA), también se brindó atención integral a 723 personas de otras edades, a través de un servicio que se presta de manera gratuita a la población.

El director del Área de Salud Mental, Roberto Anaya Rodríguez, comentó que el objetivo del CAPA es evitar el consumo de drogas a través de acciones tempranas y oportunas en las escuelas, en grupos organizados de la sociedad y en la comunidad en general.

En el estado de Aguascalientes hay cuatro de estos centros: en los municipios de Aguascalientes, Jesús María, Rincón de Romos y Calvillo. Además de brindar servicio en sus instalaciones, realizan una labor itinerante en planteles educativos y algunos otros espacios comunitarios.

Anaya Rodríguez comentó que el alcohol es la droga que más se consume, sobre todo entre los adolescentes. “Las relaciones de amistad constituyen el factor de riesgo más importante, a decir de los propios consumidores; mientras que la incidencia por género prevalece entre los hombres, con un ligero aumento entre las mujeres”, dijo.

Comentó que a partir de los indicadores de que se dispone, se observa que la población joven y en edad productiva presenta algún problema de adicciones, por lo que hizo un llamado a los padres de familia para que tengan un mayor cuidado y atención sobre sus hijos.

Expresó que a través de las unidades de atención, se ofrece a la población un modelo de detección oportuna para las adicciones, que contempla desde la prevención del consumo de sustancias psicoactivas, hasta el tratamiento ambulatorio. Este modelo da prioridad a la detección temprana de personas con mayor vulnerabilidad y riesgo, como son los adolescentes, así como a usuarios experimentales, abusadores y con dependencia para evitar la progresión a estados críticos.